Mi nombre es Silvia del Carmen Alarcón Santín, soy Contador Público por la Universidad Autónoma del Estado de México, egresé en el año 1995, y obtuve el grado de licenciatura en 1997. A partir de que egresé trabajé para la iniciativa privada como Auditor Interno, laboraba para el sector turístico de una empresa en Atlacomulco, Estado de México.
Debido a que mi trabajo era exhaustivo y tenía como objetivo obtener el grado, tuve la necesidad de renunciar, en este tiempo tuve oportunidad de volver a la docencia, pues siendo estudiante impartí algunos cursos de regularización de álgebra y trigonometría en la Preparatoria anexa a la Normal No. 2 de Toluca, pero ahora fue en la Escuela Primaria Profr. Heriberto Enríquez, también en la ciudad de Toluca. Y ¿por qué? Pues toda mi familia está compuesta de profesores entonces un familiar me invitó a trabajar en dicha escuela. Fue una gran experiencia trabajar con niños de tercer grado, pues el ser niños los hace tan nobles que es un gusto poderles enseñar.
Después de obtener el grado y terminado el ciclo escolar, comencé a buscar nuevamente trabajo, ahora mi vida había cambiado pues ya contaba con la licenciatura y además me había casado, motivo por el cual encontré muchas trabas para encontrar trabajo.
Un poco desilusionada por la discriminación que existe para nosotras las mujeres, y pensando lo que iba a hacer (pues mi interés era desarrollarme profesionalmente), recibí una llamada de otro familiar en donde me invitaba a participar como docente en su escuela. Acudí el día y la hora en que me indicó, la Profra. Ma. Cecilia Esther Beltrán Bernal directora de la escuela me hizo una entrevista y examen tal y como si lo hiciera para una empresa, y desde entonces trabajo en la Escuela Preparatoria Of. No. 23.
Llevo ya 13 años laborando en esta institución, para mí ha representado una experiencia formidable pues con el paso de los años he aprendido a amar lo que hago, pues el trabajar en el nivel medio superior, representa la oportunidad de conocer lo que piensan y sienten los futuros ciudadanos de nuestro país, además de conocer más acerca de sus familias, amigos, intereses.
Claro que en el camino he encontrado algunos aspectos que me han causado algún grado de insatisfacción, como por ejemplo las trabas de nuestras autoridades para realizar algún proyecto o actividad, el que a veces los chicos ensimismados con sus problemas no rindan en clase lo que deben de rendir, y además nuevos métodos como ahora la Reforma, que de repente no nos explican bien pero ya la tenemos que trabajar. Esto último también me causó temor, pues me asignaron nuevas asignaturas y grado 11 años trabajé quinto y sexto semestre, ahora primero y cuarto, cosa que además de temor me causa insatisfacción, pues hay grupos a los cuales solo conozco en un semestre y ya no los vuelvo a ver, entonces siento que se acaba la comunicación y conocimiento de los chicos.
Y a pesar de estos tropiezos continuamos trabajando pues creo que la escuela la conformamos una buena planta de docentes comprometidos con nuestro trabajo, pues la mayoría llevamos entre 13 y 20 años trabajando en la escuela, han cambiado directivos y el inmueble, pero eso no ha sido la causa para que dejemos de trabajar y además en equipo.
En síntesis lo más gratificante de trabajar en este nivel es que trabajo con jóvenes que me llenan de energía y aunque ya no están en la escuela vienen a visitarme solo por el gusto de saludarme o por hacer alguna consulta pues ya se encuentran en la universidad. Y además para nosotras las mujeres nos permite además de profesionales, desarrollarnos como madres y esposas.
Después de compartir esta experiencia con todos ustedes y además la lectura de José M. Esteve me percibo como una docente comprometida con su trabajo, con una responsabilidad social, pues insisto son los ciudadanos del futuro que de alguna u otra forma tendrán que ver con nosotros y con nuestros hijos.
Pero también me percibo con errores, imprecisiones y detalles que debo mejorar espero que este curso pueda ayudarme, y creo que así será pues tanto materiales como experiencias compartidas me dan pautas para mejorar cada aspecto.
Al realizar la lectura “La aventura de ser maestro” me iba dando cuenta de que es lo que me pasó, considero que es un excelente material de reflexión y revaloración de nuestra labor educativa. No ver ésta labor como un ensayo o que llegamos a ella por error si no por el contrario ir enriqueciéndola cada día.